(Se os va a hacer algo pesado, pero no me podía dormir).
Ánimo. Se puede.
Crónica de una derrota muy cruel.
El Atlético del Túria sufrío su primera derrota en casa de la temporada, es más, fue la primera vez que no ganaba jugando como local. El partido tuvo muchas fases y se puede leer desde distintos puntos de vista, pero la realidad es que el Marchalenes ganó en el Pont De Fusta y deja descolgado a los locales en la lucha por el título y en una situación crítica de cara al objetivo del ascenso.
Como las malas historias, comenzaremos por el principio, después de desvelar el trágico final.
El planteamiento fue perfecto. Habíamos trabajado durante la semana la defensa adelantada para maniatar una de las muchas virtudes del rival, la habilidad de sus centrocampistas para generar juego y abrir a las bandas, donde cuentan con jugadores muy desequilibrantes. El plan era dejar el manejo del juego a sus centrales y presionar la salida de la pelota arriba. Para eso dispusimos de una alineación con sólo dos cambios con respecto a la que tan buena primera parte jugó en Mislata. Robeto en portería, línea de cuatro con Oli, Héctor (Capitán); García y Jorge. La primera noveda era la del capi, que adelanto para mí fue el MVP. La forma de defender que proponíamos era muy táctica y, a pesar de que tenemos jugadores con más cualidades atléticas o técnicas, en esa parcela Héctor es el mejor de la plantilla y creíamos que su aportación podía ser decisiva. Mandó, llevó la línea adelante, tiró del equipo y estuvo brillante. La línea de presión se completaba con cinco centrocamipistas, tres volantes y dos medias puntas. En el eje Risas, a la derecha Casero y a la izquierda Samuel. Se complementaron muy bien, cerraron las líneas de pase del rival, se anticiparon y fueron muy superiores en la primera parte, y muy superados en la segunda. Por delante, Sandro y Pepe trabajaban para evitar la transición del rival y conectar con Nacho en punta.
Excelente trabajo tanto uno como el otro, durante 45 minutos. Lo que le duró la autonomía a Pepe.
En el primer periodo, todo salió tal cual lo previsto en la pizarra. Presión asfixiante, rápida transición y buenas conexiones. Nacho concluyó dos jugadas, una de ellas peinando con la cabeza un mano a mano con el portero que hizo la parada de la mañana. Me parece contar 5 disparos a puerta en la primera mitad. Es verdad que la mayoría fueron a balón parado, también es menos cierto que era difícil enlazar una juagada porque el rival, cuando habilitábamos a algún jugador con ventaja lo derribaba. Estuvo muy nervioso el Marchalenes a quien nunca había visto tan maniatado, presionado y superado esta temporada. Tanto es así que todo su bagaje ofensivo en la primera mitad se redujo a un disparo mordido dentro del área en el minuto 43 y tres balones largos bien neutralizados por Roberto. (Excelente hasta el último minuto).
El gol que premiaba la superioridad del Atlético lo hizo Jorge. Como habíamos ensayado, cerrando mucho el balón, creando una zona de incertidumbre y entrando directamente ante la "estatua" del portero.
Otra vez Nacho tuvo una gran ocasión de cabeza sólo bajo los palos que se le fue alta y, acabando la primera parte, tras una gran jugada de Sandro, nos pitaron un fuera de juego absolutamente inexistente que le dejaba solo ante el portero.
Hasta aquí la primera historia, y con ella punto final a los méritos del Atlético Túria.
En la segunda parte, advertidos de que el Marchalenes subiría su nivel, fuimos absolutamente superados. La repuesta del rival fue sobresaliente y nuestros ajustes muy deficientes. El entrenador oponente hizo dos cambios y le dio por completo la vuelta a la tortilla. Volcó a su mejor hombre, Jabaloyes, en punta, abrio las bandas y cerró el centro del campo con jugador muy canchero, (Juan), que nos ganó el centro junto al Zorro de manera magistral. Ellos dos se bastaron para neutralizarnos y comenzaron a buscar en largo a sus cuatro hombres arriba. La defensa adelantada tenía que retroceder en cada pelotazo y nos arrinconaron. No se tuvo más noticas nuestras en ataque, quitando un balón que Sandro estrelló en la escuadra. La jugada fue muy aislada y de la misma manera que la derrota me parece un castigo desmedido a nuestros méritos durante todo el partido, el 2-0 hubiera sido completamente injusto con un Marchalenes que había planteado una gran segunda parte.
Vicente entró por Casero para meter algo más de fuerza en el centro en cuanto vimos que el 2 y el 12 del rival nos ganaban todos los balones en medio. No funcionó. Después, a los 20 minutos corregimos. Tras un asedio constante y un horror pavoroso defensivo, el Marchalenes nos empató como anunciamos antes del partido que venían marcando las últimas semanas, colgando un balón y remando Josevi en el segundo palo. No será porque no estábamos advertidos. Lo peor de todo es que esta vez el balón venía... de SAQUE DE BANDA! Mal medido, mal defendido en priemera instancia y mal cerrada la jugada en segunda. 1-1. Lo que nos había costado una primera parte primorosa, lo tiramos a la basura en 20 minutos espantosos.
Con Xiri, buscamos dar equilibrio al equipo, aire fresco, bandas, para apoyar esos balones que nos estaban machacando y tener salidas para jugar por fuera. Allí no hubieran llegado los pivotes del Marchalenes, pero nuestra obsesión por despejar todos los balones en largo les hizo muy fácil la faena a los defensas y pivotes del rival. No volvimos a rasear la pelota, no encontramos a Samuel ni Risas ni Vicente, ni qué decir tiene a Sandro como enlace y Nacho se quedó en una isla arriba. Solo y perdido pero con más problemas que Tom Hanks en Náufrago, no le acompañó ni Wilsson ni Nike ni Subalón. A los técnicos criticarles el tiempo que tardaron en ajustar el 1-4-4-1-1, no ver que nuestros dos mejores hombres, que necesitan del balón jugaban muy lejos de él y no ponerlos en la zona caliente. Los alejamos buscando una contra y nos encontramos con un desorden mortal. Cada balonazo que pegábamos era devuelto por un frontón y cada vez más fuerte y más peligroso. En la zona ancha se vestía de blanco, sus balones en ataque eran peligrosos y nuestrso drops se quedaban en el bunker de sus defensores. Quizá Nacho y Sandro más cerca del balón, Peris arriba a pelear y Xiri a correr hubieran ayudado a no perder el balón tan pronto. Y si lo hubiéramos tenido más, quizá no se hubieran escapado los tres puntos. Entró Moreno. Craso error. Buscábamos, precisamente, que Nacho participara, se asociara, tuviera la pelota y pudiera enlazar con Sandro. No hubo tal. Lo único que conseguimos fue buscar una vez, por abajo, la pelota en profundidad que ganó Moreno. La puso donde Dios le dio a entender, alta y sin mordiente, imposible para Sandro. Esa fue la última noticia que se tuvo de nuestro ataque. (Porque de los córners sacados en la segunda mitad voy a obviar el comentario).
NO estaba el partido para nada más. Fuimos mejores en la primera parte, merecimos ir ganando al descanso e incluso pudimos meter el segundo. Fuimos muy inferiores en la segunda, fallamos calimitosamente en un saque de banda, no jugamos ni un balón por abajo, nos precipitamos a despejar a balonazos hicimos inertes los cambios porque nunca se jugó por banda y Vicente vivió allí muy solo en muchas ocasiones y cuando todo pintaba a empate, justo, el Marchalenes nos castigó con el 1-2. Fue, por cierto, en una pérdida de balón tras el enésimo pelotazo. Encontraron un pase interior. Héctor, que estaba tirando la línea adelante no llegó y el balón llegaba muy largo. Me parece que si Roberto hubiera acompañado la salida del equipo y hubiera atacado el balón hubiera llegado mucho antes que el delantero, pero, por primera vez en todo el partido, y después de haber sido uno de los más destacados, dudó, se quedó a media salida y el delantero, de no menos d 85 kilos de peso, (seguro y siendo generoso), nos ganó la espalda por primera vez en el partido para poner el 1-2. Si alguien hizo méritos para ganar fueron ellos, que se tuvieron más fe y crecieron durante el partido, pero el 1-2 me parece demasiado premio para ellos y demasiado castigo para nosotros y más cuando esto se produce en el minuto 93. Os doy una pista. Como decía mi abuelo: "Caballo que viene por detrás caballo ganador". Ése tiene que ser nuestro lema a partir de hoy.
Sólo me falta una cosa por decir, ante Mislata y Marchalenes hemos demostrado durante 45 minutos que podemos jugar mejor que ellos, pero ahora nos falta trabajar a jornada completa, porque a media jornada no nos llega para fin de mes, ni para fin de temporada. Ánimo a todos. Espero que tengáis un final de año dulce para que 2010 sea mejor que 2009. Porque, puede...